Esta historia transcurre a lo largo de aproximadamente ciento veinte años, de 1900 a 2020. Más de cien años de muchos cambios, en el mundo, en España, en Málaga y por supuesto, en la vida de mi familia. Más de cien años que van de los comienzos del coche a los drones y los patinetes eléctricos, del telégrafo a las videoconferencias de Zoom. De un marino mercante o un comercial de una bodega de vinos a principios del siglo XX, a un tataranieto de ellos que estudia un doble grado de Derecho y Nuevas Tecnologías, otro que invierte en criptomonedas y otra que estudia diseño de moda en pleno siglo XXI. Así cambia todo, así cambia el mundo, y nosotros con él y en él.
Me llamo Santiago Puerta Castillo, nací en Málaga hace 57 años y tengo tres hijos. No sé si ha sido esta pandemia del Covid de 2.020, el hecho de que voy cumpliendo años, que mis hijos se van haciendo mayores, o un poco de todo, pero el caso es que, últimamente, cada vez más, no paro de pensar de dónde vengo, afortunadamente la otra pregunta trascedente, a dónde voy, no me la hago, sobre todo porque cualquiera sabe, no tendría respuesta para esa y menos después de lo ocurrido recientemente. Creo que llega un momento en la vida en el que te das cuenta de que nuestra forma de ser, nuestro carácter, nuestra conciencia, no surge por generación espontánea, somos producto de nuestra carga genética, somos hijos de nuestro pasado, somos nietos de nuestra historia familiar.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.